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A lo largo de su carrera académica, Melissa Arabel Navarro Martell aborda el tema del síndrome
del impostor en su escritura, la incapacidad persistente de creer que el éxito propio es merecido.
Es un resultado de su experiencia de venir a los Estados Unidos desde Tijuana como estudiante
de sexto grado y hacer la transición del sistema educativo de una nación a otra. Ella explica que
las escuelas mexicanas normalmente no enseñan composición y escritura hasta la educación
secundaria; mientras en EEUU eso sucede en las primarias.
“Nunca tuve un maestre que me enseñara cómo escribir una oración o un párrafo”, dijo la
profesora asistente del Departamento de Educación de Lenguaje Dual (DLE) de la Universidad
Estatal de San Diego (SDSU). “Siendo capaz de publicar artículos y capítulos sola fue un gran
reto porque odiaba escribir mientras iba a la escuela,” mencionó Navarro Martell.
Cabe resaltar que Melissa no solo es una escritora exitosa con publicaciones, ahora es una
escritora premiada.
Navarro Martell se enteró recientemente que recibirá el premio del año 2022 otorgado al mejor
trabajo de investigadores emergentes del grupo de intereses especiales para la enseñanza y
aprendizaje de las ciencias (Science Teaching and Learning) de la Asociación Estadounidense de
Investigación Educativa (AERA). El honor se otorgará durante la conferencia anual el 25 de
abril.
El capítulo ganador, "Growing Globally-Conscious Citizens: Documenting Two Dual Language
Maestras' Pedagogical Approaches to Teaching Science" (Cultivando ciudadanos con conciencia
global: documentando los enfoques pedagógicos de dos maestras bilingües en la enseñanza de
las ciencias), destaca a dos educadoras en salones bilingües que enseñan ciencias e idiomas
simultáneamente desde una perspectiva que afirma las comunidades de sus estudiantes que
logran un impacto global.
La profesora comparte, “Se siente bonito ser reconocida. También se siente bonito saber que mi
capítulo sea representativo de mi comunidad, de mi familia en Tijuana, de la educación que
recibí en Chula Vista, de los maestres que están aquí y de los niñes a los que servimos; fui muy
intencional al destacar a los maestros que estaban haciendo un trabajo increíble".
Navarro Martell dijo que también estaba muy contenta de compartir el honor con dos exalumnas
del Colegio de Educación (COE) de SDSU que fueron coautoras del capítulo, Jennifer Yanga-
Peña y Gisel Barrett. Cuando eran niñas, las tres coautoras fueron designadas con la clasificación
de aprendices de inglés, una designación que Navarro Martell encuentra inapropiada.
Navarro Martell recuerda "varios de mis maestros no vieron más allá de eso: solo eres una niña
que no puede hablar inglés. Mi maestro de matemáticas en séptimo grado me hizo sentarme en la
parte de atrás del salón para colorear páginas con crayones. Estaba tratando de hacerle una
pregunta y el maestro se frustró porque no podía comunicarse conmigo, así que simplemente me
mandó a un rincón del salón”. Como investigadora, Navarro Martell comenta, "siempre he tenido
problemas para encasillar a las personas en categorías que menosprecian a las personas y sus
comunidades”.
Cuando Navarro Martell acepte el premio, la profesora planea tener una invitada especial a su
lado: su madre, Olivia Martell Sotelo. Enfermera nocturna jubilada en Tijuana, Olivia fue la
mayor porrista de su hija en su camino hacia el éxito académico.
Navarro Martell dijo sonriente, “recientemente la invitamos a dar una charla conmigo en Lewis
& Clark College en Oregón, así que ahora está en mi currículum. Ella ha sido una gran parte de
mis logros. Será una ceremonia virtual, así que creo que la voy a invitar a que me acompañe y se
siente a mi lado".